Las telecos europeas pese al comportamiento del mercado en julio siguen ascendiendo buscando según nuestra visión técnica los máximos del año pasado en zona 220 de su gráfico sectorial. La automoción por el contrario busca los mínimos de octubre o mínimos del 2023 en una vuelta bajista dado que los resultados no han sido peor que mediocres han sido preocupantes a corto plazo, nada parece ahora cumplirse con relación a las expectativas que había generado el sector.
A la ciudadanía se la tiene altamente confundida porque los EVs parecen móviles por las continuas versiones que se están lanzando al mercado donde la siguiente es mejor que la anterior al trimestre del lanzamiento. Y la presión de la oferta china está por ver si la guerra fiscal hará sobre ella el efecto que se pretende porque claro, si China fabrica en la eurozona o el área dólar ya no se le puede gravar como occidente impone y claro en relación calidad/precio nos superan. Y el que quiere calidad made in USA o made in UE tendrá que pagarla.
El mercado del automóvil está asustado porque la producción en lo que se conoce como gama media y baja es China y Corea quien tiene ventaja. Luego está la tecnología no hay unidad de criterio para convenir de qué estarán compuestas finalmente las baterías así como la alarmante fallas en las garantías, calidad real del vehículo y servicios post-venta, y lo peor que la red de carga al menos en España y buena parte de Europa no es la que se tenía prevista que fuera. Son muchos factores en contra y claro eso se nota en las cuentas de explotación.
Lo normal es que hayan acuerdos de joint-ventures o alianzas estratégicas entre la automoción europea y china para poder vender todos. Aparte de todo esto también habrá que contar que las ayudas públicas no pueden durar toda la vida.