Europa echa por el camino de enmedio ni vasallaje ni escalada arancelaria

Los líderes de la Unión Europea instaron a una respuesta tranquila a los aranceles del presidente estadounidense Donald Trump que han golpeado a los mercados globales, días después de que una China más belicosa apretara el gatillo de las represalias.

“La reacción a la guerra arancelaria era previsible. El terremoto bursátil, que se extiende desde Japón, pasando por Europa hasta Estados Unidos, debe superarse sin tomar decisiones nerviosas”, declaró el lunes el primer ministro polaco, Donald Tusk, en una actualización en redes sociales traducida por Google . “El mercado bursátil polaco también sufrió un revés, pero la estabilidad política y económica son nuestra fortaleza en estos tiempos difíciles. ¡Perseveraremos con serenidad!”

El ministro de Economía en funciones de Alemania, Robert Habeck, también abogó el lunes por una respuesta europea “tranquila y unida”, señalando que los países de la región no pueden resolver el asunto por sí solos, según Reuters. Sus comentarios marcaron una respuesta más sosegada a su anterior afirmación de la semana pasada de que Trump “cedería ante la presión” si Europa une fuerzas en torno a los aranceles.

La respuesta de la UE sigue bajo duda, en medio de recientes advertencias de Goldman Sachs de que los aranceles de Trump podrían suponer un impacto total relacionado con el comercio del 0,7% al PIB de la zona euro este año, y los analistas del Deutsche Bank dicen que las medidas de la Casa Blanca podrían reducir entre 0,4 y 0,7 puntos porcentuales de la producción económica de la UE y advierten del impacto en los mercados laborales y “los costes indirectos del exterior, incluido un aumento significativo del riesgo de recesión en Estados Unidos”.

Hasta el momento, la jefa de la UE, Ursula von der Leyen, ha prometido la disposición del bloque para “contramedidas adicionales” en una respuesta inicial , en caso de que las negociaciones fracasen. Reuters informa que la unión podría estar preparando un contraataque inminente. La reticencia de Europa contrasta con las estrategias de Canadá y China, que han aplicado aranceles de represalia en respuesta a las políticas comerciales proteccionistas de Trump en los últimos meses.

Mientras Canadá y China han optado por hacerle frente respondiendo a Trump por ley del talión, Argentina y Vietnam al contrario directamente dan su vasallaje y pleitesía al presidente estadounidense y Europa como no, siempre directa a resolver los problemas lo hará por la vía diplomática de la negociación, es decir como no hay unidad de criterio en la eurozona y ya sin  el apoyo británico porque a ellos el gravamen fue «solo» del 10%, Von der Leyen irá a la Casa Blanca a ver qué saca según claro lo está le ofrezca a Trump, hombre con un 5% del PIB para la OTAN y el 50% del presupuesto europeo de rearme para su paraguas defensivo para empresas USA pues igual logra el mismo arancel que los británicos, vamos el de amigos.

Por último la  reserva federal se puede enfrentar a una dualmente contradictoria bajar tipos por recesión con alta inflación.

Ahora que el presidente Donald Trump ha presentado sus históricos planes arancelarios, la Reserva Federal se encuentra potencialmente en una situación política difícil, teniendo que elegir entre combatir la inflación, impulsar el crecimiento o simplemente evitar la disputa y dejar que los acontecimientos sigan su curso sin intervención.

Si el presidente se mantiene firme en su política comercial más dura de lo esperado , existe un riesgo material de costos, al menos en el corto plazo, a saber, la posibilidad de precios más altos y una desaceleración del crecimiento que podría convertirse en una recesión.

Para la Reserva Federal, esto representa una situación potencialmente sin salida.

El banco central tiene la tarea de utilizar sus instrumentos de política monetaria para garantizar el pleno empleo y precios bajos, el llamado mandato dual del que hablan los responsables políticos. Si los aranceles presentan desafíos para ambos, decidir si flexibilizar las políticas para impulsar el crecimiento o endurecerlas para combatir la inflación no será fácil, ya que cada una conlleva sus propios riesgos.

“El problema para la Reserva Federal es que tendrá que ser muy reactiva”, afirmó Jonathan Pingle, economista jefe para EE. UU. de UBS. “Estarán atentos al aumento de los precios, lo que podría hacerlos reticentes a responder ante cualquier debilidad del crecimiento que se materialice. Creo que, sin duda, les dificultará mucho ser preventivos”.

En condiciones normales, a la Reserva Federal le gusta adelantarse a los acontecimientos.

Si observa un repunte en los principales indicadores de desempleo, la Reserva Federal recortará los tipos de interés para flexibilizar las condiciones financieras y dar a las empresas más incentivos para contratar. Si detecta un aumento inminente de la inflación, puede subir los tipos para frenar la demanda y reducir los precios.

Entonces ¿qué sucede cuando ambas cosas ocurren al mismo tiempo?

Le echamos un vistazo a la RV UE vía EURO STOXX 50:

Desde ayer se aprecia rebote tras la rajada de la alcista acelerada del 2020 que arrancó de los mínimos de octubre 2022 y al menos no llegó a pinchar los mínimos de agosto 2024 ni los máximos 2021 que son nuestros filtros de control absolutos del precio a día de la fecha, porque ya por debajo solo queda la alcista del 2020 y si la rompe pues tendríamos un cambio de escenario financiero-bursátil en toda regla. Como dice la frase aquella legendaria en Wall Street todas las grandes crisis empezaron por una lógica corrección técnica.

La polaridad del índice la teneos sobre los 4400 puntos, bajo 4000 el caos hasta los mínimos del 2022 que sería el 61,8% de todo lo subido entre 2020 y 2025 y lo demás producto de vuestra imaginación no le deis más vueltas porque no tiene sentido. Esperar que llegue una reversión alcista por lo civil o por lo criminal pero que llegue.

 

 

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