Efectos secundarios de las medidas proteccionistas de Trump

¿Estás listo para pagar más por tu iPhone “Made in USA”?

La reciente política arancelaria de EE.UU., que afecta a decenas de países —incluidos productores clave como Vietnam e India— y que impone hasta un 145% de aranceles a productos fabricados en China, ha obligado a Apple a considerar el traslado parcial de su producción al territorio estadounidense. Sin embargo, este cambio podría provocar un aumento considerable en el precio de sus dispositivos.

Según expertos, fabricar un iPhone en EE.UU. podría aumentar su precio hasta en un 90%. El alto costo laboral en el país, sumado a que muchas piezas seguirían importándose desde Asia y estarían sujetas a aranceles adicionales, haría que el precio final pudiera superar los 3.500 dólares.

Aunque algunos analistas consideran inviable trasladar la producción a EE.UU., Apple sigue enfrentando la presión de los nuevos aranceles. Si no obtiene exenciones para los componentes importados, los precios del iPhone seguirán en aumento, y los consumidores estadounidenses podrían pagar más por modelos actuales como el iPhone 16 Pro Max, que podría costar 1.874 dólares.

Exportaciones chinas repuntan ante presión arancelaria

Las exportaciones chinas aumentaron un 12,4% en marzo con respecto al mismo mes del año pasado, alcanzando los 313.900 millones de dólares. Este crecimiento se atribuye a un adelantamiento de los envíos de las empresas que intentaban evitar los aranceles impuestos por EE.UU.

Aunque productos tecnológicos como chips, electrodomésticos y vehículos registraron un aumento, las exportaciones de bienes de menor valor añadido, como ropa y calzado, disminuyeron. Los envíos de tierras raras también cayeron un 11%, tras las nuevas restricciones impuestas por China.

Las importaciones, por su parte, cayeron un 4,3%, dejando un superávit comercial mensual de 102.600 millones de dólares. El gigante asiático ha aumentado sus exportaciones a otras regiones, como el Sudeste Asiático (+8%), África (+11%) e India (+14%).

Nuestra conclusión es bien sencilla muchas empresas van a tener que elegir entre vender a EEUU o vender al resto del mundo, incluidos países como China, Vietnam, Japón, Corea del Sur, India, Sudáfrica, México, Canadá, Brasil. Se van a tener que hacer muchos números para ver a quien se sacrifica. Ahora mismo está claro que EEUU quiere dejar de mercado a China y viceversa porque los chinos no van a aceptar el trágala de Trump, negociar negocian, ceder cederán en lo que vean como margen justo, pero tragar , acatar, humillar, capitular ante la política trumpista no esperen nadie eso de los chinos, ellos saben medir su fuerza , la tienen y mucha y EEUU necesita a China como China a EEUU. Tampoco China va admitir que sea Trump quien decide que se puede exportar e importar entre ambos países por decreto presidencial.

Ahora bien, Trump le ha abierto los ojos a muchas economías para que diversifiquen más y mejor sus exportaciones, que abran nuevos mercados y para ello hay que aumentar también el poder adquisitivo de países emergentes y en vías de desarrollo reduciendo a los considerados del tercer mundo. Se le exije a EEUU un comercio justo pero no somos justos comercialmente con gran parte de África, Asia y LATAM a los que tratamos de sacarle las materias primas a precios de risa y luego le vendemos productos elaborados a precios de lujo (en proporción a su renta).

 

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