En fin amigos nuestro niño de ayer sigue en la incubadora y tras un par de buenas primeras horas de vida vuelve a empeorar debatiéndose entre la vida y la muerte la criatura. Lo que tenía que ser una fiesta alcista se está convirtiendo ya en un agonía para los operadores de derivados, que actualmente claro son la mayoría de los participes de estos casinescos mercados.
A la pregunta ¿compramos? la respuesta de nuestra conciencia es ¿sin corregir?; a la pregunta ¿vendemos? la respuesta de nuestra conciencia es ¿no ves lo alcista que esta todo?; a la pregunta ¿cerramos todo? la respuesta de nuestra conciencia es ¿y te vas a quedar sin participar de la fiesta alcista si esto termina de romper o bajista si esto se desploma?.
Pues más análisis sobran, ni técnicos, ni fundamentales, a nosotros nos hace desconfiar la ausencia del chupinazo que tendría que suponer en condiciones normales la rotura de los 11000, al contrario, hemos roto y seguimos sosos, tibios, indecisos, que nos tumben a la baja es otro escenario a contemplar, porque una simple corrección desde estas alturas nos va a costar un susto.
Nosotros como profesionales nos cuesta horrores comprar o vender, recomendar hacer una cosa u otra puede ser nefasto a corto plazo para quien nos siga, imaginaos quien está operando sin un método especulativo, sin táctica ni técnica de ningún tipo, eso es como entrar a un quirófano y tratar de operar a un paciente sin tener remota idea de medicina.