Los mercados financieros gobernados por sistemas de interconexión bursátil no pueden dar ni una sola muestra más de que son vulnerables y muy deficientes al carecer de medios y protocolos de seguridad para el inversor pasivo en renta variable, como esta vulnerabilidad y deficiencia es conocida por los operadores profesionales simplemente se aprovechan de ello y hacen “rotos” en escasas sesiones o incluso horas donde obtienen pingues beneficios impunemente con el beneplácito de los organismos reguladores.
A ellos no se les puede culpar por aprovechar tales fisuras del sistema, hay que culpar a los Señores Políticos que crisis tras crisis cíclica permiten que la Bolsa sea sencillamente una máquina de expoliar capital, lo que no comprendemos es que si se conocen los fallos porque no se reparan, si se conoce los efectos periódicos que producen en la ciudadanía (y fondos de inversión de personas jurídicas) porque no se regulan.
¿O es que realmente no interesa o hay presión del sistema para que los mercados financieros sean al fin y al cabo mecanismos de obtención de recursos de capital sin importar las víctimas que ello pueda producir dado que en realidad a nadie se le impide la operativa corta o vendida a través de productos financieros especializados fingiendo una igualdad de condiciones entre todos los participes del circo bursátil?
¿Vivirán eternamente los mercados financieros en régimen de selección natural donde solo gana el más fuerte? ¿Los especuladores hartos ya detraerle los ahorros a los inversores piensan ya en objetivos más altos y rentables? ¿Se han dado cuenta los especuladores que ya las empresas cotizantes son un botín a despreciar si se comparan a entes económicos de mayor calado como los Estados y las Monedas?
Interrogantes muy duras a las que debe responder alguien, los Presidentes de la U.E. este fin de semana ha debatido precisamente eso, crear los mecanismos de protección y veto para que los especuladores no hagan frente común para derribar a Estados o Monedas porque si se les permite el precio ya no es el típico desastre en nuestra cartera de valores como hasta ahora, el precio es el Default de un país tras otro por efecto dominó.
Podría darse la surrealista situación si nuestra Clase Política Europea no pone de una vez por todas protocolos de intervención estatal (cuando sobre un mercado de renta fija o variable o incluso país pesan factores que producen volatilidad e incertidumbre exagerados) que un país pase a formar parte del portfolio de un hedge-fund y que las decisiones políticas de un Gobierno debieran ser validadas por una entidad en domiciliada en Delaware u otro de los paraísos financieros que hábilmente nuestra economía de mercado se ha sabido crear y sobre mantener, hecho este total y absolutamente anacrónico a estas alturas de la película.