www.elpais.com El Consejo de Ministros ha aprobado hoy el techo de gasto presupuestario para 2011, que reduce en un 7,7% el de 2010, después de que el elevado déficit público haya obligado al Gobierno a reducir en dos ocasiones la cuantía aprobada para este año. Con esta aprobación se inicia un nuevo ciclo en la política económica, el de la elaboración de unos Presupuestos Generales del Estado que se presentan como los más difíciles del mandato de Zapatero no sólo por la difícil coyuntura económica sino también por su falta de apoyos parlamentarios. Así quedó patente ayer en la votación de las medidas de ajuste decretadas por el Ejecutivo, aprobadas por tan solo un voto de diferencia .
El plan de ahorro de 15.250 millones de euros hasta 2011, convalidado en el Congreso gracias a la abstenciones de CiU, UPN y CC, marcará sin duda los próximos Presupuestos. El Gobierno tratará que no se cumpla el augurio que hizo ayer en el Congreso el portavoz de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, que proclamó que, si el Ejecutivo no logra el apoyo de las cuentas del próximo año, solo queda la convocatoria de elecciones generales. Por eso, la tarea prioritaria del PSOE está ahora en buscar alianzas como las conseguidas en años pasados y, sobre todo, en recuperar la relación con el PNV, que inesperadamente decidió votar en contra del decreto de ajuste.
Austeridad máxima
Lo que está claro es que el Ejecutivo, que se ha comprometido con Bruselas a ser más austero para lograr el compromiso de un déficit público inferior al 3% del PIB en 2013, tiene que reducir en una importante cuantía el gasto con respecto al que aprobó inicialmente para este año. Cuando se aprobaron los Presupuestos Generales del Estado de 2010, el techo de gasto ascendía a 185.249 millones de euros, aunque tan solo un mes después, en enero de este año, el Gobierno se vio obligado a reducir en 5.000 millones esa cuantía al ver que 2009 cerraba con un déficit que se disparaba hasta el 11,4% del PIB.
Aquel recorte no ha sido suficiente, y después de semanas en las que España ha estado en el punto de mira de los mercados y se ha temido un contagio de la crisis griega, el Gobierno decidió anunciar el nuevo ajuste, esta vez mucho más impopular, con medidas como la congelación de las pensiones o la bajada de los salarios públicos.
Este último plan de ajuste prevé un recorte del gasto de también 5.000 millones para este año, aunque en esta ocasión toca a todas las administraciones (sobre todo por la reducción salarial) por lo que al Estado el recorte le afecta en unos 3.000 millones más.
Si el techo de gasto que fije el Gobierno consigue el apoyo de la Cámara Baja, servirá para elaborar los Presupuestos del Estado del año 2011. Si no, empezará la última reválida a la política económica de Zapatero, pues un rechazo mayoritario del Parlamento podría desembocar en unas elecciones anticipadas.