Los asalariados por cuenta ajena y funcionarios públicos en particular están sufriendo en sus carnes la presión de la crisis en todo su peso, los españoles en general estamos sufriendo ajustes y recortes de nuestro estado del bienestar día sí y día también, el marco regulatorio laboral que nuestro Gobierno está imponiendo por «el bien común» está mucho más próximo al de EEUU que al de Francia.
Ahora hay cursos para enseñar a los empresarios a «echar trabajadores a la calle» por un puñado de euros, sin importar tiempo trabajado, experiencia, valor aportado, eficiencia, sin tener en cuenta derechos adquiridos ni demás historias, a la calle y punto, un señor de Bilbao con veinte años en la oficina de su ciudad puede ser trasladado a Tenerife y si no quiere o no le interesa; despedido.
Es decir para no entrar disquisiciones ni en discursos demagógicos o populistas como ayer mismo me recriminaron por los videos de la niña de Rajoy, las empresas y sus cúpulas también tienen que comprender que los tiempos cambian, que ahora un cliente sea una persona, empresa o país incluso le puede romper su contrato de proveedor de la noche a la mañana, y si no le interesa; pues que busque otro cliente.
Digo esto porque empresas de mediano y gran tamaño están haciendo herejías laborales y sociales amparados por la fresca legislación laboral vigente, y no les ha de parecer mal que Argentina trate a Repsol como Repsol trata a sus empleados de cuadro intermedio y bajo, ahora que ¿los Argentinos son los malos porque tratan de rescatar sus recursos naturales? ¿Y Repsol la empresa buena que ha hecho mucho por Argentina?
No amigos no, los tiempos cambian para todos, los yanquis no pueden ya comprar o instalar dictadores en Sudamérica, a las multinacionales cada vez les es más difícil controlar al país que le echan el lazo, ya los gobernantes del segundo mundo no firman contratos en blanco sobre la explotación de sus recursos y materias primas, hoy ya a muy pocos les hacen las aberraciones económicas de antes, ya no hay indios a los que cambiar oro por baratijas.
Así que donde las dan las toman, si las empresas se convierten en lobo para sus trabajadores, los clientes de las empresas se convertirán en lobo para ellas, ahora impera la ley del más barato, un contrato de suministro vigente durante años se puede rescindir por la simple amenaza de un cliente en obligar a bajar el precio, obviamente si yo se que quien me vende a mí se está ahorrando dinero yo quiero parte de ese ahorro y si no; pues busco otro proveedor que me lo de al precio que yo estimo como justo.
Antes era fácil irse a China a plantar una fábrica y explotar a los obreros al estilo de principios del siglo XX en Europa, o sea salarios de subsistencia, máximo beneficio a mínimo costo, ahora ya no, China aprendió y ahora el Gobierno Chino se ha quedado parte del pastel, ahora explota él al obrero, se queda con su parte y crece, por lo tanto cada vez es más caro irse a China.
Repsol simplemente me parece el paradigma de una nueva situación mercantil global, el segundo mundo emergente que aspira a formar parte del primero va a romper sus contratos de servidumbre firmados hace mucho tiempo en otro contexto económico, ahora estas empresas o cambian radicalmente para actualizar condiciones contractuales o van a ser expropiadas de sus licencias de explotación.
Me parece estúpido y obsoleto que nuestro Ministro amenace a Argentina con represalias como si tuviéramos al tio Sam de nuestra parte, cuando en realidad el tio Sam está esperando que Argentina le de la patada España para meterse él, lo que tiene que hacer Repsol no es obligar a nuestro Gobierno a que amenace a Argentina, lo que tiene que hacer es sentarse y renegociar los convenios de explotación para que Argentina nos permita compartir la explotación de sus recursos naturales, y me da igual que sea petróleo o carne, solo quiero que sea un negocio justo donde ambas partes ganen, no una sola como hasta ahora REPSOL.
Y por Dios no me llame hoy nadie antipatriota por favor, que REPSOL a los españoles no nos da la gasolina más barata por ser empresa española, es más hasta la tiene ligeramente más cara que otras multinacionales, así que vamos, que si los trabajadores se tienen que adaptar a los nuevos tiempos, las empresas también ¿ O que pretendían pedirnos todos sacrificios extremos para que ellos vuelvan a sus anteriores beneficios pero con muchos menos costes a cambio de empleo precario y salarios mínimos?; donde las dan las toman.