Ayer me enteré por la agencia EFE que el tejano aquel Allen Stanford pillado con un negociete particular parecido al de Madoff pero este usaba Certificados de Depósito en vez de un fondo piramidal ha sido condenado a 110 años de prisión por fraude y estafa.
El importe de lo supuestamente estafado llegó a 7.000 millones de dólares y el tipo este llevaba en la cárcel desde 2009 por temor a que se fugara del país, como casi siempre el testigo de cargo un lugarteniente financiero de su total confianza que un día «cantó» como el magnifico Pavarotti.
Al menos allí se va a la cárcel y no se sale, ayer ví a Correa el cerebro del caso Gurtel ya en la calle tras «solo» cuatro años de reclusión, ni entro ni salgo, doctores tiene la iglesia, pero un señor al que se lo imputa lo que al Sr. Correa o sigue en presidio o se le pone sin cargo alguno en calle, porque o se está embarazada o no se está embarazada, lo que no se puede estar es un «poco» embarazada.
Aquí que en España si empezamos a llevar cúpulas directivas y departamentos gestores de la Banca ante un estrado deberíamos construir una cárcel solo para delitos financieros.