Se acaba el trimestre y el próximo se nos antoja “durísimo” para todos en todo.

Se acerca el último trimestre que promete ser brutalmente malo a nivel social, de entrada sabremos ya dentro de nada cual es la próxima batería de recortes y ajustes que nos hace el Gobierno y con ellos tabla rasa para volver a ver unos PPGG del Estado de lo más dantesco y criminal para los más desfavorecidos de nuestra sociedad, e incluso para los que están a dos aguas o con el agua al cuello ya.

Los sindicatos quieren huir de la quema pero mientras están en contra de las medidas del Gobierno de puertas para afuera, de puertas para dentro se aprovechan de ellas, se ha publicado recien que trabajadores sindicales gallegos han sido despedidos con 20 días por año trabajado. Por ahora sindical y patronal están de acuerdo en una cosa, llegaremos a los 6 millones de parados.

Y aún está pendiente saber el resultado de las Auditorias encargadas para saber por fin el estado real de los balances bancarios y si España pide o no rescate financiero de una puñetera vez, ahora resulta que Merkel dice que no le interesa que lo pida, que no le conviene ni a Rajoy ni a España, si a ello le unen las palabras de Juncker diciendo que las condiciones del rescate van a ser muy dura para nuestro país, pues blanco y en botella.

 Para colmo del fariseismo otra vez nos sale también Alemania con otra meada fuera de tiesto,  quiere que el supervisor bancario europeo sea ajeno al BCE cuando se había acordado lo contrario que fuera el BCE mismo. Si es que damos un paso para delante y tres para atrás.

En fin que nada, que la Economía real no cambia y la financiera sigue sin volatilidad, quieta, parada esperando acontecimientos manteniendo intacto su sesgo alcista. Japón a la vista que no crece  ha optado ( como Europa y USA) por gastarse el doble en activos y aumentar su programa de préstamos en 127.000 millones de dólares con esta operación se pone al día con el BCE y la FED para actuar sobre los mercados.

Mucho me temo que ya con esto de Japón los mercados estén más amañados que las peleas aquellas en Las Vegas y Los Angeles que celebraba el mítico Don King.

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