En Bolsacanaria lo hemos denunciado, otras páginas de nuestro ámbito también, los comunistas e izquierdosos, los disidentes político-económicos también, las plumas digitales de autores que no comulgan con el actual marco financiero viciado y corrupto también pero hasta ahora todas las críticas a las Agencias de Calificación junto con su presunta falta de ética y comisión de fraude iban al mismo cajón, al del olvido.
El martes ha cambiado todo, la Administración Obama está dispuesta a meterle una sanción ejemplar y ejemplarizante en plan chivo expiatorio por 5.000 millones de dólares a la Agencia de Rating Standars & Poors por su actuación en la crisis subprime.
Europa está muy escaldada también por su parte por las emisiones de rating a países de la periferia en plena crisis de Deuda ya que sus bajadas de crédito han sido totalmente a destiempo y a todas luces teledirigidas y que responden a los intereses de fondos de inversión que en realidad son sus propietarios. Hasta tal punto llegó a la luz pública que se está tratando de organizar una Agencia de Calificación Europea.
No olvide nadie que una Agencia de Rating suele tener como propietario una mano fuerte del mercado y su modus vivendi es el de emitir calificaciones en base a la seguridad financiera que ofrece cada país (incluidas todas sus administraciones públicas y sus respectivas emisiones de Deuda), entidades financieras, empresas cotizantes e incluso productos financieros, pero claro estas firmas de calificación no son públicas, son privadas y viven de vender tales servicios, por lo tanto son contratadas por el sistema financiero pero de forma interesada..
Digo interesada porque claro el contratante quiere una cosa de la Agencia que elija y es “buena calificación” estaría bueno que pagara para lo contrario aunque sea verdad vamos, por lo tanto ya tenemos dos focos de podredumbre: el propietario y la forma de conseguir el cliente y la tercera es su forma de baremar per se.
Nadie olvide que Lehman Brothers tenía triple A cuando saltó a la palestra por su agujero subprime, cientos de bancos quebraron en EEUU y sus rating no ofrecían la menor pista de lo mal que estaban realmente, no digamos nada de otras empresas cotizantes, productos financieros subprime que tenían altas notas cuando no eran más que “deuda de particulares con un nombre bonito” , y en Europa que os vamos a contar siempre descalifican a última hora, tarde, mal y hasta de forma ridícula porque sus auditorias son un simple resumen de las portadas de la prensa salmón del país en cuestión que podría hacer un niño de la E.S.O., en Bolsacanaria las renombramos como “Notarios de lo obvio” o de “forenses financieros”, es decir quién da fe que el cadáver está muerto vamos.
Y ya cuando llegó a la luz pública que los grandes fondos de inversión propietarios de estas firmas estaban detrás de sus calificaciones de Deuda Pública y se beneficiaban tanto en los mercados de Bonos (si se descalifica sube la prima de riesgo y si sube la prima pues el bono también y el país víctima tiene que dar más tipo de interés para poder financiarse) como en los de CDS (seguros por si un país con deuda emitida quiebra).
Si se materializa la sanción a S&P será el chivo expiatorio del oligopolio al que representa, el resto de los miembros del club se mirarán unos a otros y tratarán de girar 180 grados sus actuales usos y costumbres, a los inversores les hace falta que alguien les diga el riesgo que corren cuando hacen una inversión, no lo mal que está el objeto de su inversión cuando ha perdido o todo o gran parte de su patrimonio como en el caso de Grecia, Bankia o Pescanova.
En fin que eso de evaluar la solvencia y la calidad del estado financiero de una empresa o país según unos determinados cánones tiene más que ver con los intereses creados que con la realidad contable, si tu cliente es quien te paga o lo hace para que magnifiques lo bien que está o minimices lo mal que se encuentra ya me contareis donde está el punto medio sin incurrir en la falsedad documental.
La solución pasa por cancelar todo contrato que se mantenga con ellas para romper su oligopolio, pero claro hace falta alguien que nos diga de forma absolutamente aséptica e independiente cómo está y cual viene siendo la evolución mercantil de una empresa o la micro y macro económica de un país para ello se debería crear una Agencia nacional pública y otra paneuropea y en vez de pagar a la actuales calificadoras pagar bastante menos a los Estados para que fiscalice y determine la situación financiera real de todos los componentes del sistema.
Todo lo demás es generar controversia, mantener enquistadas conductas viciadas, perpetuar las fisuras del sistema, dar cabida a la opacidad, a las prebendas, en fin a un sin número de fallos que seguirán impidiendo que el sistema sane porque mucho me temo que lo más que interese es que siga enfermo ya que así muchos sacan partido de ello, es como a las farmacéuticas si una enfermedad crónica que les genera miles de millones de dólares al año se cura fácilmente, a ellas desde luego no les interesa e igual al Estado tampoco.