La malnutrición en España existe y desgraciadamente sobran testigos que lo pueden asegurar, y si no se lo creen, solo hay que acercarse a un comedor social o ayudar en un banco de alimentos para darse cuenta. Unicef, Cáritas, Cruz Roja y muchas ONG’s llevan denunciando este problema.
Desgraciadamente el mapa del hambre en España se extiende a todo el territorio y, quien peor están y más lo sufren, son los niños, porque en total dos millones de niños en España pasan hambre y 30000 familias tienen dificultades para darles de comer diariamente a sus hijos.
Como dice el padre Ángel de Mensajeros por la paz: «no se puede llamar al hambre mala nutrición, igual que no se puede llamar al enfermo pálido«. Aunque los niños comen, su dieta tiene muchas carencias, principalmente de carne y de pescado… Aitor Murciano, director nacional de Juventud de Cruz Roja, declara «no podemos decir que la infancia española está desnutrida, pero sí hay malnutrición«. Sin duda la desnutrición infantil se deriva de causas socioeconómicas, por eso muchas ONGs insisten en que es el Estado el responsable final de garantizar el derecho humano a alimentarse y por ello debe poner una solución a este drama, por ejemplo aumentando las becas de comedor, lo que en época de recortes brutales como los actuales que sufrimos, me parece que la llevamos clara…