Las diferencias entre la complacencia y la euforia en un mercado o activo financiero.

Antonio A. García Rivero / www.invertiryespecular.com / Wall Street tiene una estado de tendencia alcista tan maduro que es fácil distinguir las fases emocionales  por las que ha ido pasando los inversores en RV estadounidense, en este momento a l vista de las lecturas de sentimiento bursátil estaríamos en la de “complacencia” que es la fase previa a la última que sería la de “euforia”.

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La complacencia del inversor con respecto al mercado se produce cuando el segundo se portando tan bien durante tanto tiempo que el primero piensa “yo no vendo porque en el futuro esto va a seguir la misma tendencia que la actual por lo tanto voy a ganar seguro” o visto por pasiva “para qué voy a vender si esto va a seguir subiendo y voy a comprar más caro cada vez”

La principal característica de la complacencia con el mercado en general o con un activo en particular se manifiesta en una divergencia bajista entre los indicadores de momento (MACD/RSI)  y el precio, es decir como el inversor complaciente no vende, retiene papel y si retiene el papel el papel se encarece solo sin que hayan entrado nuevos inversores, es decir dinero.

La finalización de una fase complaciente con el mercado o activo financiero   no se puede determinar  a fecha fija, ni gráficamente como muchos analistas pretendemos anticipar para nuestra mayor gloria profesional, eso sí podemos intuirla,  ubicarla, proyectarla en base a pautas y comportamientos anteriores del precio en la misma fase de un ciclo anterior, pero es que muchos analistas se emparanoian en que el precio tiene que hacer “exactamente” lo mismo siempre y eso desde luego que no es así.

La complacencia como fase la podemos situar entre la precedente del optimismo que genera un mercado o activo a la vista de su tendencia presente y sus expectativas futuras de que lo siga haciendo igual de bien  y la siguiente que sería la euforia el sentimiento compulsivo de comprar o comprar más porque el precio ya no tendrá retorno y por lo tanto nos va a dejar fuera del negocio bursátil.

En la fase complaciente el mercado o activo en cuestión nos da la razón y nos trata como expertos en él, nos consideramos sus mejores analistas, nos suponemos mejor que los demás por estar montados e n un caballo ganador, nos creemos que lo que hacemos es lo que hay que hacer, es la típica fase donde el mercado nos da “besitos” en la boca.

En cuanto a los niveles de sentimiento alcista de la masa la fase de complacencia no refleja más allá de una media del 45%-55% según la AAII pero aún el mercado en cuestión corrige, da algún “sustillo”  para echar a los últimos  y la sensación de techo es patente y manifiesta al punto que en la fase de complacencia es cuando los cortoplacistas suelen perder más dinero ya que claro entran para ganar o salir corriendo por la amenaza de un techo, como los operadores y creadores lo saben pues los despluman como a pollos habitualmente se pongan largos o cortos.

En cuanto al mercado o activo en fase complaciente hay sobrecompra en gráficos mayores pero no es extrema, se da por lógica y coherente al estado tendencial del mismo, porque claro algo que es bueno, sube y se mantiene lo normal es que tenga una sobrecompra sobre la media habitual.

Y en cuanto a la valoración pues obviamente tres cuartos de lo mismo, no es exagerada en la fase complaciente pero viendo la evolución del precio la valoración el que vende cada vez impacta más y más el beneficio en la cotización del mercado o activo en cuestión, como quien dice roba más en el peso que un tendero, no pesa lo mismo un bacalao lleno de sal hasta las trancas que lavado, pero es que la sal vale 0,5 euros el kilo  y el kilo bacalao 18 euros, sal a precio de bacalao es un gran negocio.

Ese es el narcótico que nos inyectan en la fase de complacencia, es decir somos tan felices por irnos bien la cartera que concedemos que nuestro mercado o activo gane “falsa valoración” es decir no nos importa que el Bacalao cada vez tenga más sal ya que el precio nos está subiendo a favor, es decir a más sal mejor, más pesa, más ganamos.

La Fase de euforia ( en redacción)

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