Si un gestor no bate al mercado tendría que poner su cargo y funciones a disposición de la empresa que le paga, así de duro y directo a la mandíbula, lo que no puede ser de ninguna de las maneras es que el mercado bata al gestor y ya no digo nada si lo hace una IPF, la inflación aunque o la deflación o el cupón de un bono corporativo, porque entonces la pregunta que se hace el cliente es ¿Y usted que tipo de gestor es? ¿Y para esta rentabilidad hace falta Gestor y pagar gastos de Gestión? ¿Y esto es la Gestión Actva que usted me vendió?.
En muchas ocasiones he dicho que el Gestor que no supere al mercado, inflación y renta fija no debería tener derecho a cargo de comisión alguna a su cliente porque es o sería literalmente cobrar por nada. El Regulador tendría que tener en cuenta esto para próximas legislaciones financiero-bursátiles a favor del inversor porque si no podríamos caer en un círculo perverso donde el Gestor es parásito de lo que gestiona y en vez de aumentar el patrimonio mobiliario de su cliente lo que hace es comérselo poco a poco.
Supongamos un fondo gestionado al mismo precio por participación hoy que hace diez años,fijaos que digo el mismo, perfectamente su partícipe podría perder más de un 20% del nominal invertido. Ese es el círculo perverso de la gestión financiera al que me refiero, quien en principio se presentó como profesional dispuesto al incremento paulatino del capital de su cliente a través del tiempo resulta que ha sido él quien ha fagocitado el capital, es decir de una unión simbiótica inicial se ha pasado a una parasitaria al final.
Vean este gráfico donde un simple fondo indexado al SP500 total return pasar por la piedra a uno gestionado:
Y para muestra nosotros mismos sin ir más lejos, estos son nuestros resultados perfectamente auditables porque todas y cada una de las operaciones se encuentran en un servidor informático de la primera hasta la última operación.
El criterio de valoración es el fiscal, es decir por operaciones cerradas a mes vencido por lo tanto cada ficha mensual es el resumen de todo lo realizado anteriormente.
La rentabilidad total acumulada es tan alta porque empezamos con una cantidad base muy pequeña para demostrar a nuestros clientes como se puede convertir un millón de pesetas en un millón de euros, sin hacer scalping, ni trading, jugando con poco, en las dos direcciones del precio y a todos los plazos, y lo más importante ejecutando stop loss cuando se tiene exceso de caja o plusvalías.
Por ejemplo este mismo año nuestra rentabilidad es del 25,31% en base a saldo 31.12.2015 vs saldo 30.06.2016 pero en realidad tal saldo es el equivalente al 561% del saldo inicial. A medida que vamos incrementando saldos positivos incrementamos exponencialmente la cantidad invertida inicialmente. Y lo mejor de todo es que los meses malos batimos récords de ganancias, siendo como sabéis alcistas, lo hicimos en agosto, en enero y ahora en junio también.
Por eso siempre os decimos que para ganar en Bolsa solo hay que estar seguro de lo poco que se sabe, tener una estrategia y el control emocional suficiente como para mantenerla pase lo que pase en el mercado, si este se cae hay que vender para ganar, y si sube comprar procurando siempre no quedarse pillado en el lado corto, y cuando hay mucho dinero en caja pues limpiar todas o parte de las pérdidas latentes que se tengan en operaciones fallidas.
No es difícil, tampoco voy a decir que es fácil, pero lo que si hay que hacer es estar con el mono de trabajo y el casco puesto, el pico y la pala en mano.. eso de estar sentado y los días bajistas apagar el PC o irse a comer con clientes así desde luego que no se gana el dinero a clientes y lo que se convierte uno es en un parásito para el capital confiado.
Nosotros no somos EAFI ni persona física ni jurídica facultada para la gestión y asesoramiento financiero a terceros, nuestro negocio es enseñar a gestionar el capital propio no desde la pizarra de un aula que eso se llama formación sino desde dentro del mercado en un entorno real y en tiempo real que es lo que se viene denominando COACHING FINANCIERO.
Para no decir medias verdades no todos nuestros clientes lo consiguen de cada diez tenemos baremado que de seis a siete consiguen primero aprender a no perder y luego a ganar, luego dos lo acabarán consiguiendo y uno o dos son incapaces por distintas razones de alcanzar el control emocional necesario para sostener una estrategia financiera, pero al menos reconocen que es por ellos mismos por lo que no lo han conseguido, y lo mejor también reconocen que al no haberlo conseguido con nosotros no lo van a conseguir con nadie.
En invertiryespecular.com nueve de cada 10 clientes mantienen el servicio de coaching de forma indefinida por eso ni nos anunciamos ni nos hacemos publicidad porque no nos hace falta, el trabajo lo tenéis aquí a diario mirad lo que os damos por nada y comparad con lo que os da vuestro gestor, no hay más, el resto es trabajo, trabajo y trabajo, no tenemos trucos, ni pócimas, ni sistemas, ni nada que nos diga nada a excepción del análisis técnico, la sapiencia, la experiencia, la paciencia y la prudencia o lo que es lo mismo CONTROL EMOCIONAL.
Cuando se estudia medicina hay que ir de la mano de un médico para tratar de llevar a la práctica y realidad del paciente en concreto lo aprendido teóricamente en los libros y cursos, pues lo mismo en Bolsa por muchos títulos que se tenga la Bolsa tiene que enseñarla un profesional solvente que es quien le dirá lo que si y no vale de la teoría estudiada, es decir le enseñará la praxis, y ya no digo nada si no se tienen títulos de nada y se entra al mercado sin nada ni nadie de la mano que le ayude.
Por lo tanto la primera regla de la bolsa es : JUEGUE CON LO QUE PUEDA DARSE EL LUJO DE PERDER, el resto no lo exponga al riesgo porque cuando lo necesite no lo va a tener, y no tema que con los productos que hay hoy en el mercado da igual si solo puede perder 1000, 3000, 6000 o 10 000 euros, antes si era muy difícil meterse a nada en este negocio con tan poco capital hoy es más fácil pero claro también es mucho más fácil perderlo, por eso debe contratar sapiencia, experiencia, prudencia y paciencia a otro a cambio de un honorario que pueda usted abonar, nadie nace enseñado o aprendido y menos en este negocio donde hasta los doctores le dan hasta en el cielo del paladar.