Estamos siendo víctimas de una batalla institucional donde los contrincantes están basando los argumentos de sus estrategias en medias verdades, falacias, maleaciones, manipulaciones y sesgamientos para tratar de obtener una unidad que como bola de nieve se retroalimente así misma en el transcurso del menor plazo de tiempo posible, porque así será tal masa mucho más fácil de dirigir contra quien se quiera utilizar.
Lo malo es que estos problemas generan desgraciadamente bandos , exigen que tomes una decisión de apoyo a uno de ellos porque en realidad el mensaje que emite cada bando es conmigo o contra la razón y la verdad. Es decir la partes tratan de llevar a sus partidarios a una unidad de criterio para que comprendan que no hay dos o más soluciones posibles u otras formas lógicas o racionales de resolver un problema , solo una. La especialidad en ciencia política que trata de construir una verdad al servicio del poder o del que aspira a poseerlo se llama propaganda.
Hoy los Goebbels no son políticos ni ideólogos son técnicos en maketing y asesores políticos usados a diario por las empresas y los partidos democráticos. Pero claro una cosa es vender un coche , un móvil , diseñar un discurso en un mitín, otra una independencia, u otra impedir que una región de una nación se convierta en un nuevo país. La mejor vacuna es el no creer a ninguna de las partes y contrastar la información recibida. Una buena solución global a un problema la debe constituir multitud de soluciones parciales tras contemplar el problema desde todos los ángulos posibles, si solo se da una, el problema se hace más grande la próxima vez que lo vuelva a ser.