Desde 2005 dirige el programa Mad Money en la CNBC, donde ofrece su particular visión sobre los mercados con un afán didáctico.
El 3 de enero de 2018, aseguró en dicho programa que los analistas estaban calentando el mercado con revisiones al alza en sus recomendaciones de valores con el argumento de las positivas repercusiones que la reforma fiscal de Trump iba a tener sobre los beneficios empresariales. Según Cramer los efectos de dicha reforma ya estaban descontados en los precios de las acciones, por lo que no tenía sentido revisar al alza las cotizaciones por esa razón. Afirmó que nunca en los últimos 16 años había visto tantas recomendaciones positivas y se refirió a un efecto contagio.
Ayer (5 de febrero de 2018) describió la caída del índice Dow Jones de la bolsa de Nueva York, que llegó a perder 1.596 puntos durante la sesión, en términos porcentuales un 6,25%, como un flash crash, un crac repentino, causado por la incapacidad del mercado de absorber una avalancha de órdenes de venta causada en buena parte por los programas de trading de alta frecuencia y la activación de órdenes stop loss, de modo que lo podríamos definir también como un pánico endógeno. De hecho, no hubo ninguna noticia que sirviera de detonante. Incluso se dio el caso que el rendimiento de los bonos, una de las principales preocupaciones del mercado, bajó durante la sesión. Cramer considera que “cuando el mercado se rompe“ hay oportunidades de compra.
Sin embargo, el pánico afectará a nivel psicológico a muchos inversores que se habían acostumbrado a un mercado en alza y con baja volatilidad. Es probable que las próximas correcciones no sean vistas como oportunidades de compra sino como señales de venta, lo que podría incrementar la inestabilidad. Según algunos analistas, los inversores van a necesitar un catalizador para volver a confiar en el mercado y esto puede llevar tiempo.
Publicado por Carlos Torres en INVESGRAMA.COM