Del artículo de Elsa Dargent para BONDVIGILANTES.COM
Desde el punto de vista de los fundamentales, hay motivos que justifican la preocupación por el sector bancario turco, debido al deterioro de las perspectivas macroeconómicas, agravadas por la debilidad estructural:
– Desajuste entre activos y pasivos
– Exposición a divisas.
– Flexibilización de las normas reglamentarias.
– Evidencia de un aumento de los préstamos reestructurados en los bancos.
En este contexto, ¿pueden beneficiarse los bancos públicos o de propiedad extranjera de apoyo externo si la crisis se agrava?
La disposición y la capacidad de un banco matriz (y sus accionistas) para respaldar el capital y la financiación son bastante imprevisibles, aunque hasta ahora los bancos extranjeros han apoyado a sus filiales turcas. Por ejemplo, BBVA adquirió un 9,95% adicional en Garanti en 2017, elevando su participación hasta casi el 50%. En junio, Unicredit inyectó 500 millones de dólares capital para respaldar a Yapi Kredi, participada a través de una empresa conjunta con un grupo industrial turco