La figura de cabeza hombros que se intentó ejecutar en mayo y que fue cancelada «o pospuesta» en junio se clonó en muchas plazas europeas e incluso hasta en Japón. No fue una exclusiva técnica de los índices más comunes donde casi todo el mundo opera. Vamos que los precios con indiferencia de la región económico-financiera hicieron muchos lo mismo, lo que demuestra una vez más que de Nueva York a Tokyo los tableros electrónicos están controlados por software y no por la oferta y la demanda.