«Desde la crisis financiera de 2008, los reguladores federales han intentado públicamente, y con frecuencia en privado, evitar que los bancos gigantes como JPMorgan, ya considerados demasiado grandes para quebrar, se vuelvan aún más grandes. Al operar a través de canales de respaldo, Washington apagó las ambiciones de fusión y desalentó los planes para expandir negocios, ofrecer nuevos productos y abrir sucursales. El objetivo: contener la industria y sus peores impulsos, sin el resplandor del escrutinio público.
Eso se acabó ahora. La administración de Trump ha revertido la campaña de sigilo. Y las implicaciones, para los bancos, sus clientes, los inversores y la economía, podrían ser enormes,
Las entrevistas con más de dos docenas de ejecutivos y reguladores actuales y anteriores de la industria subrayan cómo los bancos han logrado liberarse de gran parte de la estricta supervisión promulgada para evitar otra crisis, todo sin cambios en las leyes promulgadas en Wall Street después de la crisis.»
FUENTE: TEXTO Y GRAFICO BLOOMBERG
Mi conclusión: que los bancos en EEUU vuelven a las andadas se quieren meter en todo y vender de todo, la legislación que les impedía crecer para que no fueran tan grandes como para no quebrar pasó a la historia, ahora quieren ser todos como Amazon que empezó vendiendo libros y mirad lo que venda ya. Pues la banca igual, quiere ampliar su perímetro comercial tratando de meter su zarpa en otros sectores absorviendo empresas importantes que le generen cash automáticamente y los posicione en el sector, es como si al BBVA o Santander le dejasen comprar comprar clínicas privadas, ojo, no digo participarlas accionarialmente que eso es muy fácil, digo comprarlas y ser el BBVA una empresa dentro del sector de la salud, pero claro, con una ventaja, que a la clínica la financia y dirige un banco, no un consejo de administración de una empresa, que una firma sea del sector que sea cuente con un banco de ángel de la guarda es toda una señora ventaja competitiva.