El viernes las cosas estaban así:
«El gigante asiático anunciaba nuevas tarifas (en dos tandas, 1 de septiembre y 15 de diciembre) a importaciones de EE.UU. y, por su parte, Trump contraatacaba por partida doble: haciendo un llamamiento a las compañías norteamericanas para que dejen de producir en China y regresen al país norteamericano, y, por otra, gravando aún más los aranceles ya existentes a las importaciones chinas.» (investing.com)
Wall Street cerraba con una caída en picado en todos sus índices y selectivos tanto globales como sectoriales sobre todo tecnología. El fin de semana reunión del G-7 que como de costumbre sirvió para poca cosa y menos desde que llegó Trump a la Casa Blanca al punto que la UE no fue capaz de comunicarle al Presidente de los EEUU que pusiera fin al conflicto con China de inmediato porque su actual escalada podría terminar en una recesión mundial dejando sin efecto las actuaciones paliativas de los Bancos Centrales.
Es más la UE se tenía que haber ofrecido para ejercer de árbitro en el conflicto, pero nada, con respecto a China solo se tocó el problema pero no la solución y como nadie le dijo a Trump que dejara de aplicar su actual política arbitraria y unilateral con los aranceles porque constituye un atentado contra los tratados internacionales de comercio pues él lo entendió como una victoria y «un sigue así y acaba con ellos», Tusk muy cobardemente al igual que con Boris Johns se limitó a decir que la guerra de EEUU CHINA provocaría una recesión, claro y una gripe en una neumonía.
También Tusk estuvo cobarde con Boris Jhonson que fue a ver que pillaba antes del 31 de cotubre mientras Trump estuvo ágil y expeditivo diciéndole al ministro británica (su mini-yo en Europa) que nos de puerta en octubre que él le firma un gran tratado bilateral y además por la vía rápida. ¿Qué diferencia verdad entre Trump y Tusk defendiendo a EEUU y a la UE respectivamente? Luego pasaba por allí por un casual el ministro iraní de exteriores aterrizó su avión y se fue media hora a hablar con Macro obviamente a ver si limaba asperezas y la UE le servía de puente con la Casa Blanca, Trump por supuesto pasó de él como del agua sucia. No quiso saber nada.
Hoy la apertura fue brutal a la baja con un terrible gap como os comentamos en la apertura poco a poco tras él se fue calmando la cosa y luego salta a los medios que un mandatario chino habría llamado a Trump para aliviar tensiones pero esta noticia no fue confirmada «La prensa estadounidense, como Bloomberg o CNBC, informaba de esta «llamada», mientras que la china la desmentía. «Pekín no confirma que China haya solicitado nuevas conversaciones. El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Geng Shuang, afirma que no está al tanto de la llamada», publica South China Morning Post. (investing.com)
El SP500 cerró el enorme gap de 20 de puntos de apertura y el resto de índices los suyos sobre las 08.50 y al menos aminora la tormenta de volatilidad que presuntamente se nos avecinaba para hoy dándonos calma para saber qué hacer o recomponer estrategias. Los mercados ahora están más pendientes de las noticias que de análisis fundamental o técnicos de nada ni de nadie. Wall Street ha pasado de profundizar la corrección del viernes a corregir la fuerte sobreventa intradiaria producida por la falta de liquidez del mercado en las últimas horas tanto las de hoy como las del viernes.
Las bolsas chinas cerraron en rojo fuerte pero claro tenían que descontar lo del viernes y la situación en que queda su economía y politburó si Trump le sigue dando vueltas a la tuerca con que los tiene bien cogidos. Por cierto estamos viendo que la India podría estar descontando que podría recibir capital e infraestructuras estadounindenses por su deslocalización de China.
Por el momento lo importante es que la sangre no ha llegado al río y a ver si vamos escapando hasta el día 12 de septiembre sin derrumbarnos para ver si el BCE le hace un «whatever it takes» a la renta variable como se lo hizo en su día a la deuda soberana de la UE (bajando primas de riesgo y rentabilidades de deuda pública en picado)
Y lo volvemos a reiterar a temor de parecer cansinos ya estáis viendo que aquí la solución no es ponerse corto y soplar botellas.