Al cierre de ayer nuestro Ibex está a niveles de máximos del rebote de marzo, es que da hasta grima decirlo , es el índice de la impotencia, no superamos ni el 38,2% de todo lo bajado desde febrero cuando el Euro Stoxx está en el 61,8% y el Dow Jones se supera el 78,6% y como saben el SP500 ya hizo la vuelta alcista completa lo que hace de nuestro índice el más penoso , malo y débil de occidente, y esto no es una crítica , ni opinión, es un hecho, porque claro ya uno habla mal del Ibex y también es acusado de hacer propaganda pro-facha. Todo l oque no sea comprender al Gobierno, tratar de aguantar con fe y esperanza en las estrategias de nuestro Gobierno y creer en un futuro mejor asumiendo que estamos viviendo unos hechos sin igual en la historia moderna es ser de derechas o fascista directamente.
Hombre si todos estuviésemos igual como en el 2009, en pleno derrumbe económico financiero y padeciendo todos a nivel global los mismos males habría sido más llevadero y no podríamos culpar a nuestro Gobierno de nada, pero es que viendo como está EEUU que ha gestionado pésimamente la crisis sanitaria del covid, o al mismo resto de Europa mucho mejor que nosotros lo único que pensamos es ¿por qúe nos está pasando de lo malo lo peor «solo» a nosotros y encima no damos visos de cambio a mejor?
Aquí tenéis al Ibex incapaz de dejar atrás los 7000 puntos y vamos a rezar , poner velas a a todos los santos para que no se produzca una corrección porque si esta llega en las próximas semanas va a coger en soporte a varios pesos pesados que todos sabemos y un tercio del Ibex podría verse perdiendo mínimos del siglo y ya quedaría como nivel de referencia los mínimos de marzo.
La bolsa española solo genera dudas e incertidumbres como veis está como esperando a que los demás se cansen de rebotar para nosotros darnos otro tortazo financiero-bursátil y si lo hay ya levantarse será difícil. Porque lo único que se me ocurre para detonar al alza a la RV ESPAÑA sería que el BCE se pusiera comprar acciones de grandes empresas a mercado para generar un suelo de mercado definitivo.