La semana pasada decíamos que con 1 de cada 4 inversores individuales alcista o 3 de cada 4 no-alcista lo que había que prever eran subidas dado que el negocio estaba en sacarle el dinero a los cortos y tratar de que se metieran en el mercado los que están fuera porque negocio en reducir alcistas a uno por cada cinco dejaba poco a cuenta.
¿Qué ha sucedido? pues lo habitual Wall Street se viene arriba demostrando que la masa no controla el mercado para absolutamente nada la media de no-alcistas en todas estas semanas y meses ha sido del 75%-66% ¿y el mercado qué ha hecho? pues claro subir.
La lectura de ayer al cierre se quedó en absolutamente neutral pero la de esta semana en la AAII no, ahora los alcistas pasan a ser 1 de cada 3, al llegar al tercio del sentimiento del mercado como que se conforma no suben más pero el mercado no baja.
Las conclusiones de esto son claras: el pequeño inversor tiene una aversión al riesgo mayúscula, los inversores institucionales siguen dentro del mercado y si hay correcciones las aprovechan para pertrecharse manteniendo un mercado alcista si bien no en subida libre si en zona de máximos, el único obstáculo ahora es ver quien gana las elecciones porque si estos inversores junto con gestores de fondos de todo tipo y ceos de hedge funds deciden hacer un sell-off en acciones de empresas tanto para irse a la liquidez o emigran a otros activos.
Si aparte de las medidas políticas en materia económica y fiscal de los demócratas no gustan, gustan menos el potencial ataque que sufrirán las grandes tecnológicas por parte de la Administración para tratar de trocearlas para disminuir su enorme poder alcanzado en tan poco tiempo por aquello de ejercer prácticas de monopolio e impedir el desarrollo correcto del resto del tejido industrial del país. Cosa que por otra parte tienen razón, a estas empresas alguien tiene que ponerles una valla a su imperio.
Si los demócratas en EEUU las obligan a dividirse y/o a obedecer cupos de ventas, ingresos, beneficios dentro , y fuera el resto de países las obligamos a tributar por sus ventas dentro de nuestras fronteras como una empresa más nacional habríamos dado un paso de gigante en cuanto al equilibrio mercantil mundial.
Pero claro todo esto no gusta a los lobos de Wall Street por eso Trump es su hombre de confianza y si no gana se pueden enfadar y mucho además.