La lectura de esta semana asciende en el sentido positivo pero viene a ser la misma que la semana pasada, pese a que Wall Street recupera, no hay volatilidad ni presión vendedora de ningún tipo sigue habiendo una muy fuerte divergencia entre el sentimiento de la masa y el nivel de precios del mercado en general. Y ya os venimos contando que no nos gusta, al principio lo justificábamos por el miedo a la altura o vértigo que produce comprar a estos precios RV en EEUU, no vemos la alegría de unas bolsas en techo pero el dinero se tiene que mover porque se lo come la inflación.
Si vemos apetencia por las commodities en general y por el Oro e incluso el crudo en particular, al dólar le han dado la patada, la liquidez pasa a ser posición perdedora, los futuros sobre bonos nada, igual le podemos echar la culpa al incremento de la rentabilidad de la deuda pública que como paga desde las notas a un mes pues está introduciendo en la renta variable una progresiva aversión al riesgo, y a esta le falta como un padrenuestro para que un catalizador se presente y las haga corregir más de lo corregido partiendo claro de los mínimos del 2020 por el covid en marzo.
La tendencia sigue saludablemente bien, no hay ventas que el 90.8% de los componentes del SP500 coticen sobre la MM 200 diaria nos parece aparte de histórico espectacular y esto si es concordante o coherente con el nivel de precios. Vamos a ver que dice la FED en su próxima reunión porque lo del IPC , la deuda y el endeudamiento público necesitan soluciones ¡¡ ya¡¡, aquí lo que procedería aunque no nos venga bien es que haga una subida puntual de tipos para impedir que la inflación cabalgue desbocada, pero claro, subir tipos tendría como beneficio subir al dólar pero como daño colateral aumentar la aversión al riesgo dado lo atractiva que se puede poner la deuda pública.