No podíamos empezar la sesión sin darle un cordial hasta siempre y buen tránsito a la eternidad al gran Manolo Santana, un recoge pelotas de un club de tenis donde la España del régimen pasaba sus jornadas de asueto fingiendo que hacían deporte, era de lo más chic quedar en tales clubes para verse, ponerse en contacto, hacer negocios o tomar copas en grupos ye-ye pero de hijos de ..
Cuando en este país del tenis solo se sabía que se jugaba con raquetas y una red en el medio de un rectángulo va y nos aflora una figura en este deporte cual Cordobés en las plazas de toros, como Raphael en los teatros, parecía el hombre un chico de pueblo que llega a la ciudad y hace fortuna, tenía una cara de español de las posguerra cuando levantaba sus trofeos que tiraba para atrás, había que imaginárselo entre la jet-set, pero bueno , se adaptó bien y luego esta le adoptó a él. Siempre vivió del, por y para el tenis afortunadamente y montó los mejores torneos del país.
Los españoles somos así , un tenista internacional en una España sin canchas más que para los ricos, un motorista como Angel Nieto con solo dos circuitos, un gran golfista cuando se jugaba a campo abierto como Severiano Ballesteros, un Mariano Haro cuando no se sabía ni lo que era el fondo o el cross, o una Paquito Fernandez Ochoa en esquí cuando también era deporte para unos cuantos.
Lo mejor de todo es que abrió el camino a los demás , no podríamos tener a un Rafa Nadal sin un Manolo Santana como tampoco a un Indurain sin un Bahamontes o a un Jon Rahm sin un Severiano Ballesteros … hoy somos líderes en muchas disciplinas gracias a personas normales con dotes excepcionales que abrieron el camino para convertirnos en potencia deportiva mundial.