Cuervo ingenuo no entiende como analistas hablar con lengua de serpiente

Parafraseando en el título al gran Javier Krahe que en paz descanse se nos vino a la cabeza lo de la disonancia cognitiva de las commodities agrícolas, nos decían que eran el producto del año o hasta de los próximos años y resulta que con un verano asolador, con sus olas de calor e incluso  centenares de miles de hectáreas quemadas y cultivos arrasados o mermados por una sequía histórica que aparte de embalses le han bajado el caudal y calentado las aguas de todos los ríos de Europa, hasta llegar incluso al norte, para colmo las granizadas para terminar el verano son de impresión.

Vemos estupefactos  que lejos de subir como la espuma los productos agrícolas básicos para la alimentación bajan, pero hete aquí el milagro también se comportan como el petróleo y las gasolineras. Si con los precios  con el efecto cohete-pluma, o subiendo por el ascensor y bajando por las escaleras, resulta que la inflación nos come todos los meses pero los precios del crudo y los productos agrícolas están bajando desde la finalización del primer trimestre, esto a nivel del consumidor.

A nivel del inversor/especulador pues eso quien compró viéndolas venir bastante oscuras y encima el verano darles la razón en su inversión resulta que no, que bajan oiga todas ellas, reiteramos con la inflación desbocada haciendo que los gobiernos gasten dinero en todo tipo de ayudas y compensaciones, con las fábricas paradas o a punto de hacerlo porque no pueden con las facturas de la energía, y ya no decimos nada de miles de empresas de las que dependen el sustento de miles de familias, crudo y commodities agrícolas bajan los precios de sus futuros, pero las cadenas de distribución aún andan facturando al consumidor  a precios de febrero pasado. A ver si el Gobierno también las incluye en el impuestazo porque las plusvalías son de campeonato.