Desde finales de octubre del 2020 al verano del 2022 el sector se llegó a revalorizar un 117% aprox. y gracias a las bajadas del crudo y la atenuación del precio del gas natural hizo una primera corrección técnica a los niveles de los máximos precedentes al último techo realizado. Desde mediados de julio a final de agosto nueva ataque alcista pero que no pudo superar máximos precedentes y volvió a corregir dado que los precios de la energía en su globalidad bajaban tanto por los mercados que descontaban ya recesión como por los cambios normativos para ayudar a la población.
Desde la semana pasada por la decisión de la OPEP+ de rebajar producción en 2 millones de barriles/día se ha venido arriba de nuevo la energía, por lo tanto esperamos un ataque a la zona de la bajista que une máximos, esperemos que no rompa la triangulación al alza porque si no nos la vuelve a liar con la inflación en octubre tras la pequeña mejora de septiembre.
No obstante con las proyecciones que están saliendo sobre el crecimiento a nivel global le vemos subida a muy corto plazo al sector pero no recorrido alcista porque la demanda según tal y como están las cosas no va a aumentar y dudamos que se mantenga.
Además Rusia está tratando de vender su crudo y gas a través de intermediarios energéticos como Turquía y China por lo que subir no, pero bajar tampoco, seguirá «muy caro» el que se use. Malo para la inflación y el crecimiento, sobre todo para los gobiernos que tendrán que prorrogar con cargo a deuda las ayudas a los consumidores tanto físicos como empresariales.
Va a ser difícil que rompa el rango que os sombreamos en amarillo , ya solo faltaba que la OPEP+ empezara a subir precios para compensar cuantitativamente la merma de sus ventas, sería casi una declaración de guerra energética a la UE que está perdiendo en esta guerra mucho más que Ucrana, donde va a parar. A nosotros los rusos no nos está demoliendo el país pero si hundiendo en una recesión económica a toda la eurozona.