Ence a brocha gorda como actividad mercantil es celulosa y biomasa. Como última noticia leemos en el FARO DE VIGO que:
Ence completa el diseño de su sistema para captar agua de la EDAR pero aún debe afinarlo
La parada de la fábrica de Pontevedra, sumada a la de otras factorías y a la prohibición de exportar abedul ruso, provoca una escasez global de pulpa de celulosa y amenaza con encarecer productos como el papel higiénico.
Hace sobre una semana se publicó en ENERGIAS RENOVABLES otro artículo que la favorecía como empresa:
El grupo Ence–Energía y Celulosa refuerza su apuesta por las energías renovables mediante la creación, puesta en marcha y desarrollo de Ence Biogás, filial del grupo especializada en la obtención y comercialización de este biocombustible. La compañía inicia, de esta manera, otra línea de actividad basada en la bioeconomía circular, que ya sustenta su negocio de celulosa y de energía eléctrica renovable. Ence Biogás -informa la compañía- se beneficiará desde el momento inicial de la experiencia del grupo en la gestión de la biomasa vegetal, incluyendo residuos forestales, agrícolas y ganaderos, con el objetivo de optimizar los procesos y trasladar su modelo de sostenibilidad y eficiencia a un sector en crecimiento y con destacado potencial.
Técnicamente observamos la potencial formación de un doble techo y un 2022 bastante decente de cara al inversor porque lejos de dar problemas tras un muy mal cierre del 2021 ha llegado hasta niveles prepandémicos superando incluso la EMA 200 semanal, si el MACD corta al alza sobre la línea cero tras la divergencia alcista del año pasado completo, el potencial recorrido alcista podría ser muy interesante.
Reconocemos nuestro error y a partir de ahora incorporamos a ENCE en nuestro repaso periódico a las renovables españolas, aunque su actividad no es full renovable si tiene una división de biomasa en crecimiento interesante.