Las commodities apuntaban alto en el arranque del año pasado y si su buen futuro se vio reforzado por el incremento de los precios tras la invasión rusa de Ucrania, el mercado de la energía y los productos agrícolas de primera necesidad se vieron envueltos en una vorágine especuladora que lo desquició todo pero según transcurría el año y se acercaba a su fin los precios fueros descendiendo, llegando un buen puñado de ellas a meterse en negativo tras haber alcanzado dos dígitos altos de rentabilidad. Incluso el crudo llegó a estar en negativo cuando todos dábamos por sentado que sería el producto financiero estrella del año junto con el gas natural.
Ahora parece que todo se ha girado al contrario … son pocas las commodities con un claro futuro a corto plazo, e incluso las que hoy suben simplemente recuperan niveles perdidos.