Fin de semana tremendo en ËËUU donde Administración, Tesoro y FED han dado una clase de gestión financiera a nuestro BCE actuando rápida y eficientemente para que antes de abrir el lunes el SVB tengan garantizados sus clientes la liquidez de sus cuentas a la espera claro de futuras actuaciones para determinar la nuevas manos finales de la entidad que suponemos cambiará de gestores y en qué condiciones.
Por supuesto bonistas y accionistas perderán todo lo invertido porque esto es el mercado amigos, y un banco no deja de ser una empresa más cotizante y las empresas cotizantes tienen la mala costumbre algunas de colapsar financieramente hasta hacer imposible su continuidad en el mercado.
Si esto pasa en Europa damos más vueltas que una peonza, acordaros el caso del Popular la pedazo de chapuza conjunta entre nuestros responsables financieros y los de Bruselas, vamos tanto que acabó en tribunales porque no se daba una y lo que se hizo fue regalarle los activo de la entidad al Santander y luego acompañarla con una ampliación de capital para que asumiera los pasivos. Que os vamos a contar.
El problema para los clientes del SVB empezó el viernes y acabó antes de abrir el lunes. Muerto el perro se acabó la rabia. Los problemas de los bonistas y accionistas venía muy de atrás ya. Eso si , ahora llegarán voces críticas que digan que la Administración a través de sus brazos armados financieramente lo interviene todo impidiendo el libre juego de la oferta y la demanda.
Pero es que amigos nos resolver el problema de liquidez del SVB es más caro que resolverlos. El banco no ha sido nacionalizado ni rescatado simplemente se le asegurado la liquidez para con ella poder decidir qué hacer con él, esto no va a cuenta del erario público como el caso Bankia en España- pero haberlo dejado caer hubiese sido más doloroso económicamente para este país que hacerlo. Eso si, que devuelvan lo prestado, se le debería imponer un plan de pago menos laxo y de acuerdo a sus beneficios anuales, para que pague más los años de más ganancias porque si no se acaban riendo del erario público. Se socializan las pérdidas y se privatizan las ganancias.