«El efecto crowding out, efecto desplazamiento o efecto expulsión se produce, según la teoría macroeconómica, cuando el sector público aumenta su gasto a través de la financiación (emitiendo deuda), mientras que la economía opera cerca del pleno rendimiento. Este efecto nace porque la demanda de financiación y de mano de obra generada en el sector público naturalmente reducirán la disponibilidad de estos mismos recursos en el sector privado.
Es decir, si en el mercado hay una cantidad determinada de ahorro disponible para invertir y el Estado copa gran parte de ese ahorro emitiendo más deuda, las empresas se verán forzadas a pagar un tipo de interés mayor si quieren competir para atraer ese ahorro, puesto que la deuda del Estado se considera como un activo ‘libre de riesgo’ y es mucho más líquida que la deuda corporativa. De este modo se produce un efecto expulsión o desplazamiento que sufren sobre todo las empresas y las familias que necesitan financiación.
«Una cosa es segura: en los próximos meses, el Tesoro de EEUU emitirá cientos de miles de millones de nuevos bonos para recargar sus arcas. Suponiendo que la Reserva Federal de EEUU no intervenga ‘monetizando’ (comprando) el aumento de la deuda del gobierno de EEUU, la emisión del Tesoro actuará como una importante pérdida de liquidez para otros mercados», avisan desde Gavekal Research en una nota enviada este lunes a sus clientes.
Parece «probable que el peso cada vez mayor del leviatán del gobierno de EEUU en la economía y el efecto crowding out (efecto desplazamiento) generen rendimientos más altos. Dada la correlación positiva entre los bonos del Tesoro de EEUU y las acciones, esto promete ser un obstáculo importante para los mercados», advierten desde la misma firma.
Una vez que se apruebe el acuerdo, el siguiente paso para el Tesoro de Estados Unidos será aumentar la emisión de letras del Tesoro (T-bills) para reforzar rápidamente sus reservas de efectivo, que se han ido agotando a medida que el Tesoro tenía que cumplir con sus obligaciones con los acreedores sin poder emitir nueva deuda. Al 25 de mayo, el saldo de efectivo operativo del Tesoro de EEUU cayó a los 38.840 millones de dólares estadounidenses, su nivel más bajo desde septiembre de 2017, según los datos que manejan desde Oanda.
Por lo tanto, el Tesoro de Estados Unidos necesita reponer sus arcas mediante una emisión total de alrededor de cerca de un billón de dólares estadounidenses en letras del Tesoro en la segunda mitad de 2023, las cuales podrían ser absorbidas, en parte, por las reservas de los bancos a través de depósitos (los depósitos sufrirían una mayor caída de la que ya han vivido) o por fondos de inversión monetarios, en el mejor de los casos (aquí el impacto en los mercados sería inferior). En las últimas dos semanas, la liquidez y las condiciones financieras ya han comenzado a endurecerse, tal como se refleja en varios indicadores clave.»
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«Todo saldrá bien» dicen algunos, mientras poco a poco, pero con paso firme, nos llevan hacia el desastre.