¿Se han planteado, queridos lectores, si acaso el gran interés actual de muchos países por conocer el estado real de sus reservas de oro e incluso repatriarlas de vuelta, estaría relacionado con la historia anterior?
Para comprender mejor el post anterior, es necesario llegar a la causa del problema y entender que los Estados Unidos (EEUU) son una «corporación privada» propiedad de la Corona Británica, el Banco de Inglaterra y el Vaticano, todo ello dependiente de la familia Rothschild (http://tinyurl.com/27dycrz).
A lo que llamamos EEUU anteriormente se le llamaba «la Compañía de Virginia» hasta el 03/09/1933, cuando fue disuelta por el presidente Roosevelt mediante la Ley de Emergencia Bancaria. El 05/05/1933 el Congreso de los EEUU eligió disolver el estándar del oro y la autoridad soberana de los EEUU y todas sus capacidades oficiales, incluyendo oficinas del gobierno, departamentos y funcionarios. Los EEUU son una sociedad anónima, no una nación. La Reserva Federal de los EEUU (FED), ni es federal (es decir, propiedad del gobierno), ni una reserva… realmente es una organización privada dirigida por banqueros judíos que prestan dinero con intereses, el cual imprimen de la nada.
Por tanto, las deudas de la FED son las deudas de una empresa privada que está robando al pueblo de los EEUU. El actual dólar en circulación de los EEUU es un billete de la FED –en otro post futuro verán porque les hago hincapíe en la palabra «actual dólar en circulación«-, y las obligaciones frente a esta moneda son las obligaciones de la FED, no del pueblo de los EEUU.
Pero mejor analicemos la historia, paso a paso…
Entre 1927 y 1938, en virtud de acuerdos entre Tv.Soong (ministro de Hacienda de China) y Henry Morgethau (secretario del Tesoro de los EEUU), el gobierno de los EEUU compró unos 50 millones de onzas de plata y arrendó grandes cantidades de oro del Gobierno nacionalista chino, conocido como Kuomintang. Durante este período de la historia, China estaba en guerra y fue parcialmente ocupada por tropas japonesas, existiendo el temor de que China fuera invadida totalmente por los japoneses.
Se entregaban certificados a todos aquellos que entregaron sus metales preciosos para arrendamiento, y los tesoros se acordó enviarlos a los EEUU. Los certificados se convirtieron en los fondos subyacentes del Kuomintang como valores buenos y aceptados.
Años despues, en 1934, una nueva Ley de Valores fue promulgada en los EEUU, junto con la Ley de Oro, que requirió que todos los lingotes y monedas de oro se entregasen a la FED –recordemos nuevamente que la FED es una corporación privada creada para funcionar como el Banco Central de los EEUU, el emisor de la moneda conocida como el dólar de los EEUU, pero que no forma parte de su gobierno como tal-.
El oro de propiedad nacional fue comprado. El oro externo que tenía el Tesoro en depósito fue entregado también a la FED, por lo que éste fue arrendado a la FED. Así empezó la serie de billetes, notas y bonos de 1934 emitidos por la FED.
Estas notas de la FED de 1934, garantizaban los pagos por arrendamiento y permitían al gobierno Chino continuar con su financiación. Tales bonos quedaron bajo el control del Kuomintang, el gobierno nacionalista de China, de quien había sido recibido el oro. Muchos de estos certificados se quedaron en China cuando el Kuomintang tuvo que huir a Taiwán. Como el oro había sido nacionalizado por el Kuomintang y obraba en su poder como notas y certificados de la FED, una gran parte de los mismos (pero no el total de los bonos) también fue trasladado a Taiwán. Estas notas y bonos eran la riqueza subyacente de Taiwán, ya que su valor dado era bueno al estar respaldadas por el oro.
Durante la guerra en China, la mayoría de los dueños de los billetes emitidos por bancos chinos fueron asesinados por los japoneses, otros después fueron asesinados tanto por el Kuomintang y por comunistas chinos, por lo que el oro se convirtió en propiedad de la nación y especialmente, el Kuomintang. Entonces, en Europa, los judíos que habían sido dueños de gran riqueza fueron despojados de ésta a través de diversos medios y fueron eliminados. El oro fue robado a través del sigilo o de la fuerza, ésta es la realidad de la historia…
El Kuomintang entonces designó guardianes de este oro y de los valores emitidos por los EEUU… estos guardianes son eufemísticamente conocidos como la «Familia del Dragón«. La familia del Dragón es en realidad una organización que opera entre antiguas familias dentro de China y Taiwán, y como tal, está por encima de la división política independiente entre los dos estados. China es remarcable en este sentido, y los lazos familiares y sus funciones sustituyen los acuerdos políticos que, a pesar de que han perdurado durante generaciones, con el paso del tiempo la mayoría de chinos han dejado de prestarle importancia. A todo esto esta vinculada «la salud financiera» de muchas naciones. Los EEUU, con el apoyo del Kuomintang y grupos de resistencia, han imprimido más notas de la FED de este tipo dentro de la misma China. Estas operaciones se llevaron a cabo por la CIA para comprar la lealtad de las distintas facciones en la lucha contra los comunistas, finalmente expulsados a Birmania en torno a 1960. Debido en gran parte a la impresión de estas notas falsas, éstas notas adicionales se otorgaron -en lugar de intereses- a personas específicas y partidos.
Al final de la II Guerra Mundial, con las facciones Comunistas y del Kuomintang todavía en guerra en China, las comunidades Internacionales y la China en particular accedieron a que el oro se colocara bajo el control abierto del presidente de Indonesia, Soekarno. Entonces Soekarno, el 17 de Agosto de 1945 pasó a ser conocido como «M1» bajo la aprobación legislativa «MISA 81704«, denominada en clave «Operation Heavy Freedom«. Esto se debió a que gran parte del oro del mundo había sido entregado a Indonesia y Filipinas. Canadá, Australia, Gran Bretaña, India y otras colonias británicas, enviaron su oro a la entonces llamada «la inexpugnable Singapur». Los japoneses, por los acuerdos concertados por Hirohito en el pacto de 1921 entre las Naciones Unidas hecho en Londres, tambien entregó gran parte de este oro a Indonesia (que entonces era una colonia holandesa) y Filipinas (entonces una colonia de los EEUU) y se guardó en bunkers secretos que habían sido en su mayoría construidos por los japoneses entre 1924 y 1945. Esta fue la razón por la que las tropas aliadas en Malasia no tuvieron ningún apoyo aéreo o de suministros suficientes para que pudieran resistir contra los japoneses; Singapur tenía que caer, con lo que la mayoría de la riqueza global se «perdió» en un sistema secreto que hizo redundante el estándar del oro y convirtió las monedas fiduciarias –nuestra actual base del sistema económico financiero– en una realidad.
Este oro se documentó en cuentas a través del Banco Comercial de la unión Suiza, bajo la protección de Suiza y registrada a través del Banco Nacional de Suiza por el Banco de Pagos Internacionales (BIS) para las cuentas de garantía internacional, y luego desde dentro del BIS, bloqueado para formar las Cuentas Padre de Registro Institucional de la FED.
Más tarde, el presidente Marcos de Filipinas fue designado para ocupar el cargo de M1 hasta 1987, cuando esta posición fue trasladada al Dr. Ray C. Dam, en octubre de 1987. Bajo la imposibilidad demostrada por el Dr. Dam de trabajar para el sistema financiero impuesto (ya sea porque se negó a permitir que aquellos que le habían colocado en tal posición siguieran robando, o bien por su personal arrogancia… esto es difícil de concretar), su autoridad sobre las Cuentas Padre de Registros Internacionales fue marginada y el sistema fue revertido hacia los tres países que habían controlado las cuentas desde la Segunda Guerra Mundial: EEUU, Gran Bretaña y Francia, que, de manera sistemática e ilegalmente, desde 1996, han desestabilizado y destruido el sistema establecido.
De esto podemos ver que hay dos operaciones funcionales. Una de ellas era la propiedad y el control del depósito por los propietarios del oro, y el otro un sistema de control establecido para administrar y controlar las cuentas combinadas colaterales.
Así fue como el suministro mundial de lingotes de oro y monedas fue «jubilado» y las monedas fiduciarias se convirtieron en la orden del día. Sin embargo, las notas y el dinero emitido por la FED eran la riqueza subyacente en un sistema centralizado que las naciones intentaron que fuera utilizado de manera equitativa, pero los banqueros determinaron que mejor se usaría para atacar a las economías nacionales. En 1963, el presidente John F. Kennedy llegó a un acuerdo con el presidente Soekarno, para proveer los fondos que permitieran que el Tesoro de EEUU imprimiera su propia moneda, lo que hubiera eliminado el «derecho» de imprimir moneda de la FED. El acuerdo habría transferido unas 59000 toneladas de oro para apuntalar la nueva moneda. El problema con esto, era que la nueva moneda nacional de EEUU habría sido respaldada por oro, lo que habría sido una violación de los acuerdos internacionales anteriores destinados a estabilizar las monedas. Curiosamente, 11 días después de la firma de este acuerdo, el presidente Kennedy fue asesinado y su sucesor, el presidente Johnson, suspendió el acuerdo alcanzado por Kennedy, trasladando los lingotes de oro transferidos hacia la FED. El «Green Memorial Hilton» no se aplicó hasta 1968, cuando Soekarno cayó de su cargo y el comercio global impuso el dólar como moneda mundial. A medida que el oro había sido transferido al Tesoro de EEUU en 1968, una serie de certificados conocidos como «bonos Kennedy» fueron emitidos… cuando después de 30 años, el interés prometido por la FED no se había pagado, una reedición en mayor número de éstos bonos se publicó en forma de billetes conmemorativos, siendo aceptados por los legítimos dueños del oro, la familia del Dragón.
A través de documentos bancarios en poder de Neil Keenan y mencionados en la demanda interpuesta anteriormente, se especifican las cantidades de metales preciosos, oro y platino. Estos certificados son demostrables por informes bancarios, cuyas copias se encuentran también en manos de Neil. La veracidad de estos instrumentos es vigorosamente demostrable por documentos, así como el enorme fraude realizado por el uso ilegal de estos activos.
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