La propuesta de reforma fiscal aprobada hace apenas tres semanas por el Consejo de Ministros y diseñada por el equipo del ministro de Hacienda, esconde una «carga de profundidad» disimulada entre los mensajes de rebaja de impuestos y mejora del trato a las familias: una brutal subida de la factura fiscal asociada a la venta de viviendas.
Las viviendas más afectadas serian aquellas adquiridas antes de 1994 y en menor medida, aunque también, aquellas compradas antes de 2008, por lo que la diferencia (a efectos de pago en el IRPF) entre vender una vivienda hasta el 31 de diciembre de 2014, o el 1 de enero de 2015, se contará por bastantes miles de euros.
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