INVERSION COLECTIVA – J. SIERRA
Otro sector que estos días se quiere apuntar a la asociación, donde las EMAs 50/200 están cruzadas al alza. Ya saben que en ese ateneo están el sector de servicios financieros, atención a la salud, tecnología, utilities, bienes personales y domésticos, químico y ahora construcción y materiales.
Por el lado técnico cuando se desencadeno la pandemia parecía que no iba a ver un mañana donde se parase el precio. Existió un pánico vendedor donde en un mes, se desvaneció lo que se tardó años en conseguir, pero como sucede casi siempre, el precio se alejó de forma extrema de las medias y ahí lo tienen, con una recuperación de casi 3/4 de lo perdido. Ahora lo que hace falta saber, es cuando va ser capaz de cerrar ese primer gap, que posiblemente sea el más importante. La prueba de esto la tienen en el sector de atención a la salud que lleva casi un trimestre intentado cerrarlo.
Que nadie piense que esto es una crítica hacia el sector mencionado, todo lo contrario. Nunca escribiré nada malo sobre un sector económico a no ser que sea técnicamente hablando, puesto que todos son importantes.
Ayer creo que Europa realizó bien su trabajo, materializándose un gran acuerdo. Ahora, países como España, son los que tienen que estar a la altura de las circunstancias y dar la talla. Existe tiempo para poder hacer las cosas bien, pero a la vez hay que ser rápidos puesto que tiene fecha de caducidad. Todavía tendrá que ser aprobado en el Parlamento Europeo y previsiblemente este empezará a fluir en los primeros meses de 2021. Estamos en la antesala de poder aprovechar la oportunidad que tenemos, de intentar cambiar cosas, para que cuando vuelvan a venir malos tiempos no se destruya el doble de empleo, que en los países del entorno.
El dinero gratis no existe, habrá que devolverlo al mercado tarde o temprano, pero previamente se tendrán que hacer importantes reformas y tomar decisiones como, por ejemplo, reducir gastos y no subir impuestos. Para que venga esos millones de Europa hay que presentar grandes proyectos de reformas estructurales, de las cuales hay que reconocer que no somos buenos artífices en la materia. Por favor, que no se pierda el tiempo en discusiones banales, de ver quién es el que tiene la competencia en un determinado sector, particularmente estoy canso de oír sandeces de este tipo. Tampoco se trata de realizar planes E, ni de llenar hectáreas de hormigón que luego no han servido para nada, ni de abrir zanjas para volverlas a tapar sin ninguna funcionalidad. Tienen que ser proyectos muy ambiciosos. Digitalización y modernización de la administración pública, sistema judicial, sanidad, con una industria competitiva y vanguardista, para no tener que recurrir al almacén asiático deprisa, corriendo y mal, sin por supuesto olvidar el turismo. Potenciar la educación que es importantísima, desde primaria a la universidad, pasado por la formación profesional. No nos podemos permitir que se tengan que ir nuestros jóvenes universitarios, porque aquí no se sabe valorar el potencial que agradecen a unos miles de kilómetros la valía que les llega.
Hay que promover y dinamizar la innovación, la investigación y desarrollo. Que no quede solo bonito en discursos antes los medios que muchas veces el ponente no sabe muy bien de lo que se está tratando. Toda inversión bien gestionada en investigación de desarrollo tecnológico, económico y social repercute exponencialmente en el dinamismo del país. La innovación antes que ser tecnológica es social.