Se imagina teletrabajar en un país o zona paradisiaca con un nivel de vida paupérrimo y usted cobrar en dólares o euros, o bueno, o trasladar a esos mismos entornos su residencia cuando se jubile, será una forma de reactivar las economías pobres aunque hay excepciones, hay países a los que no serán bienvenidos los extranjeros porque les podrían fastidiar el negocio a sus gobernantes.
Gabriel Bulgakov como siempre sin introducir ideología en sus objetivos comentarios nos ofrece una visión realista de estas tendencias o filias occidentales que pueden permitir a profesionales liberales y pensionistas ser ricos en un países pobres.