La diferencia es ficticia claro dado que el IBEX no llegó a hacer la vuelta alcista completa a máximos de febrero 2020 pero al menos nos mantenemos pese a nuestra debilidad y más hoy acompañando la banca a la baja a nuestro mercado.
Ahora estamos a la espera de los requisitos que nos vaya a poner la UE/BCE para ser beneficiarios de las ayudas antifragmentación para evitar otra crisis PIGS , es decir, qué tenemos que hacer para que nos rescaten nuestra deuda pública permitiéndonos que la coloquemos en condiciones «especiales» porque sin aceptarlas no nos van a ayudar, ahí están los frugales vigilantes para que ello no ocurra. El Gobierno tiene que poner negro sobre blanco correcciones para mejorar nuestras cuentas públicas y además de forma creíble y realizable en el corto plazo, no brindis al sol para hacerlo en un futuro indeterminado.
Técnicamente nuestro Ibex está bajo la sucesión de mínimos decrecientes desde el año pasado y aún respetamos con más holgura que Europa los mínimos de octubre 2020 y marzo 2022 cuya rotura nos parecerá entrar en territorio comanche. Ahora mismo tenemos la mirada fija en los máximos del rebote de junio 2020, por encima bien, por abajo peligro.